Aquí les dejo una parte de un
documental muy interesante sobre el mal uso de la psiquiatría (el documental es
largo y pueden encontrar todas sus partes en youtube). Insistiendo en lo
que ya mencioné en entradas anteriores, lejos de satanizar a la psiquiatría,
creo que es importante pensar que este asunto del acudir a la consulta del
psiquiatra o psicólogo para obtener un diagnóstico y pensar que eso es ya un
tratamiento en si mismo, no es aislado de lo que las personas buscamos.
En cierta forma la psiquiatría
está respondiendo a un pedido que hacemos sin darnos cuenta. Queremos
saber lo que nos pasa, queremos que nos curen; pero, en el terreno del dolor
psíquico habría que empezar por cuestionar la palabra cura. En medicina
curar es eliminar el elemento que causa la enfermedad, ¿es esto posible cuando
se trata del dolor psíquico? ¿Eliminar un síntoma psíquico por medio de un
medicamento?
La cura del dolor psíquico se
plantea de una manera totalmente distinta porque somos el resultado de una
compleja interacción entre nuestra historia personal, las circunstancias
familiares y sociales en las cuales nacimos y crecimos, los avatares de la
existencia, aquello que nos vamos encontrando en al vida, lo fortuito tanto
como las decisiones que tomamos y nuestro potencial genético. La causa de
la problemática de índole psicológica se construye para cada persona porque
cada uno tiene una configuración diferente basada en esta interacción de
elementos únicos. ¿Cómo aislar en un laboratorio una sola variable y
pretender llegar a la verdad de la causa? ¿Cómo pretender hacerlo a
través de cuestionarios y estadísticas que configuren un perfil?
La pregunta que me hago y comparto con ustedes es la siguiente ¿por qué preferimos ir a un médico a que nos de un diagnóstico y una receta en lugar de contar lo que nos pasa, hablar de lo que nos duele, buscar alguien que nos escuche?